La resistencia a los antimicrobianos es un problema global, que concierne a todos, y para detenerlo es necesario la adopción de políticas unificadas y urgentes.
Unas 400 mil personas con tuberculosis mueren cada año en el mundo por resistencia a fármacos, de ahí que es vital hacer conciencia en la población y los pacientes de no automedicarse, ya que esto tiene consecuencias.
Muchos enfermos no cierran el ciclo de prescripción médica, y esto lleva también al fracaso terapéutico y la resistencia microbiana.
La resistencia a los antimicrobianos se ve facilitada por el uso inadecuado de medicamentos, lo mismo por la administración de dosis insuficientes, cuando no se finalizan los tratamientos.
Los fármacos de mala calidad, prescripciones erróneas, así como deficiencias en el control y prevención de infecciones también facilitan la aparición y propagación del problema.
De ahí que el Día Mundial de la Salud, a celebrarse cada 7 de abril, tiene este año el lema
"Si no actuamos hoy no habrá cura mañana",
enfocado en hacer frente a un fenómeno, que de incrementarse pone en riesgo que muchas enfermedades infecciosas se vuelvan incontrolables y se pierdan los progresos realizados.
EN PRO DE NUESTRA SALUD, ESTAS SON LAS RECOMENDACIONES QUE DEBEMOS SEGUIR HOY, MAÑANA Y SIEMPRE.
ACUDAMOS SIEMPRE AL MEDICO, HAGAMOS UN SEGUIMIENTO A LA SINTOMATOLOGÍA QUE PRESENTA EL PACIENTE. TOMARSE EL TRATAMIENTO COMPLETO INDICADO Y EVITAR AUTOMEDICARSE
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